Este mes de marzo es privilegiado por conmemorar en él, los misterios de nuestra redención, por nuestra fiesta patronal de la Anunciación y por estar consagrado a nuestro buen Padre San José, modelo de humildad y de vida interior.
Dios podía venir al mundo sin ningún intermediario, sin embargo, quiso asociar su Obra Redentora a María, la Virgen Inmaculada y a San José, ellos: Nuestra madre Santísima y José, nuestro Padre y Patrono vienen a ser, pues, como los dos brazos con los cuales Dios ofrece al mundo la salvación y la paz; y aunque Jesús no sea el Hijo adoptivo de José, porque su único Padre es el Padre Eterno, según los comentaristas, la Encarnación exigió el concurso de José, así entraba en los planes de Dios: un testigo de la divinidad de Jesús y de la Virginidad de María, un Protector fiel de Jesús y de María, que velara por el Hijo y por la Madre, Jefe de la Familia de Nazaret; representante visible del Padre, providencia visible y sensible en la tierra de Jesús y de María. Él debía trabajar para alimentarlos, vestirlos, alojarlos. en unión con María, él debía educarlo, instruirlo. Así nuestro Buen Padre San José es escogido y preferido entre todos los hombres que han sido y serán, para realizar la más noble y grandiosa de las misiones; por esto está colocado por encima de todos los hombres, de todos los ángeles, inmediatamente después de María.
San José tuvo, en el Antiguo Testamento, símbolos y figuras:
En primer lugar fue figurado por el Patriarca Noé, a quien Dios confió el Arca que debía guardar a los que salvarían y José la custodia de la Virgen, Arca Santa.
Abraham, por su fe inquebrantable y su heorica obediencia. Y así como Abraham empieza en la tierra la familia de lso crueyentes, José empieza en Nazaret, la familia cristiana.
Jacob, así como él fue a Mesopotamia para salvar las grandes promesas de Dios, José fue a Egipto para salvar al gran anunciato: Jesucristo; Jacob conoció en sueños la gran gloria de Dios y el ser sagrada la tierra que pisaba; San José conoció en sueños también el gran misterio de Dios: la Encarnación del Verbo.
Moisés, David, imagen del gran glorioso patriarca, poderoso magnánimo, que de simple artesano subió hasta llamar Hijo al mismo Rey de Reyes.
¿Qué podremos decir de la santidad de San José? toda santidad, dicen los escritores místicos, consiste en cumplir la voluntad de Dios. Así en el hombre adulto no hay santidad sin su voluntaria cooperación a la acción santificadora de Dios. La santidad interior, como lo fue y es la de San José, quien tuvo en su vida , más afán y entusiasmo que el de cumplir perfectamente la voluntad del Padre, ya que su misión, única entre todos los santos, fue la de ocultar el más grande de los misterios: «La Encarnación del Verbo».
Y ¿cómo medir ni comprender la santidad del padre Putativo de Jesús, si vivió en íntima comunicación con la Fuente de toda santidad… y la Reina de los Santos, la Dispensadora universal de todas las gracias no las vertería a torrentes sobre ese corazón sencillo y purísimo que se sacrificaba por Ella y por el Hijo en donación total?
Os suplico, hijitas mías, que no sólo tratemos de aumentar cada día nuestra devoción a San José, sino que seamos apóstoles de esta devoción en todas las formas que nos sean posibles, sin exageraciones, con prudencia, sin embargo, con entusiamos, cual corresponde al amor que tengamos a nuestra dulce Madre y Reina, para agradecerle lo que hizo por ella y para que nos alcance la gracia de amarla como él la amó, más que nadie en el cielo y en la tierra. Que nuestro amor y devoción sean de obra, imitemos particularmente su HUMILDAD, su VIDA INTERIOR de UNIÓN con JESÚS Y MARÍA.
En Ellos: Jesús y José, os amo, os sigo paso a paso en vuestras dificultades, en vuestras alegrías, en vuestros pequeños éxitos de APOSTOLADO.
Afectísima sierva y madre, pecadora, que os pide la limosna de vuestras oraciones.
Madre Berenice, marzo 30 de 1961.
Con San José nos preparamos para la fiesta Patronal de la Congregación, la Santísima Virgen de la Anunciación, que celebramos el día 25 de marzo, fecha en que RENOVAMOS nuestro SÍ A JESÚS, a ejemplo de la Virgen María.
¡A nuestras Htas .de las Provincias «San José», en Cali, y «Ntra. Sra. de la Anunciación», en Medellín (Colombia), felicitaciones en sus respectivas fiestas patronales, 19 y 25 de marzo, respectivamente, y nos unimos espiritualmente a ellas, allende los mares, en esta querida tierra de España, que tanto las quiere y recuerda.

